Puede que le mundo se destruya antes de que podamos disolver el estado, es cierto.
Pero vale la pena el intento, y el camino paso a paso a la evolución.
Recordemos que las cosas no se hacen en una semana como ese tal Dios.
Ya sabemos que la evolución es lenta, y no queda otra que esperar sin olvidar que sobreviven los más aptos; no es que nadie vaya a exterminarlos, de eso se trata, su mismo ambiente muta dejándolos de lado.
Dormirse en los laureles, perder el tren o perder con la tortuga, son cosas que pueden pasar.
Además también podemos confundirnos y dar la razón a quienes piensan la anarquía como libertinaje, porque hoy nadie, ninguno de nosotros podría respetar a tal punto al que vive al lado.
Aparecimos como animales, lidiando con la naturaleza y la evolución, y nos domaron como bestias a las que después de los golpes las sentaron frente a una pantalla en lugar de haber elegido la ardua tarea de enseñar la verdad. En este momento y en todo el planeta, están apareciendo vestigios de lo que podría haber sido, y estamos caminando hacia la cima, lento. Pero firmes.
Por eso levanto mi puño y aliento a la revolución como cambio, y al cambio como paso lento hacia el futuro eterno de la anarquía y la fraternidad.
Luchin
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