Un leve palpitar te invade por dentro,
Las ruinas de un pensamiento
Resurgen para clavarse en duda
En los confines de nuestro aliento.
No nos permite seguir.
No nos deja avanzar.
Solo sabemos que queremos saber aun más.
Justo cuando la imaginación
Se convierte en nuestra propia ruina,
Nos preguntamos con un tanto de ironía,
Estamos sintiendo de antemano?
O solo será que deliramos?
Son solo señales,
Tal vez absurdas, o demasiado reales.
Tal vez fugaces, o duraderas.
Pero sean como fueren
se remontan a un simple y claro producto
De nuestra capacidad de hilar pensamientos,
Para lograr así entender lo que aun no vivimos.
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