24/6/10

Una y otra vez.


Las metas son logros,
solo hasta que se vuelven fracasos.
Y los fracasos son pérdidas,
hasta que un momento de lucidez modifique el argumento
y se convierta en el regocijo de encontrarse
bien parado en otro lugar.
Darle la mano al fracaso es reincidir sobre el error.
Acto sedentario en las tierras inestables del interior,
puede convertirse en una compañía hostil
de la esencia y la conciencia.
El reniego de las poco fortuitas historias medievales
busca entre ruinas de viejos imperios,
solo hasta contemplar que el lujo por si mismo es inverosímil
y que el esplendor que realmente ilumina
se apaga por momentos,
y se convierte en brillo solo cuando hay armonía interior.
Es solo eso.
Paz.
Con uno mismo.
El resto llega cuando uno decide encender una luz
y dar un paso al costado de la que ahora está en completa oscuridad.

Luchin

Foto: http://www.flickr.com/photos/notedelires

1 comentario:

  1. Es verdad, 'se convierte en brillo solo cuando hay armonía interior'.
    Qué bien que te sientas así, en paz con vos. Qué lindo leer esto tomando mi tecito con limón ja!. Saludos

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