3/5/10

En la otra vida.

Una oruga incesante
de esas que caminan y caminan
poniendo brillo
en las ramas de algún árbol de noche
seguro obtendrá la dicha de cruzarse mariposas radiantes
de violetas penetrantes
con aromas y sabores
como es probable también
que cuando el ciclo termine
y si renace en otra vida en valor de hombre
haya una mujer que lo haga recordar
la mariposa vuele otra vez
y la oruga que no es oruga
vuelva a deslumbrarse.

Luchin

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