Me niego.

A retroceder.
A poner mi pecho para recibir las balas de la guerra,
la incoherencia y la humillación.
A callarme y arrodillarme ante las autoridades.
A ser dominado por un sistema místico impuesto,
mentiroso y degenerado.
A seguir colaborando con el maltrato a nuestra propia madre,
aunque inevitablemente termino haciéndolo,
Pero me niego a terminar mi vida de esta manera,
a caer, y nadar para siempre en esta sopa de diarrea.
Cumpliré mi cometido, de eso estoy seguro.
Y una vez cumplido, este mundo no verá más mi cara.
No tendré nombre, ni edad, ni pertenencias.
Algún día antes de morir, llegaré a la pureza!