Caminaba por la vereda de una calle no muy transitada ya desde unas cuantas cuadras atrás. Necesitaba esa caminata, era tan imprescindible como eficaz. Miles de historietas, cuentos, fragmentos, imágenes, armonías, músicas, sonidos, palabras cruzaron por mi cabeza y no me podía negar. Había decidido hacer a pie el camino a casa para que todo esto fuera posible. Llegando a unos 5 minutos de finalizar el recorrido y pensando en alcanzar con mis manos la guitarra para explotar todo lo que había pensado (Se puede pensar y deducir, pero todo eso tiene que salir por algún lado) por entre los sonidos de la música que Drexler escuché algo, nada fantástico ni mágico, mas me internó en una especie de utopía irreal, que tranquilamente podría no serlo. Mis piernas seguían, mientras yo mismo, mi ser y yo, nos detuvimos en el ruido notoriamente externo e inmediatamente irrumpí con la imagen de mi soñante que se despertaba en medio de lo que yo mismo, en mi caminata, venía reflexionando. Mi soñante intentaba explicarle a “Alguien” que mientras dormitaba vivía y escuchaba con claridad los problemas y soluciones de su vida. En ese momento volví a focalizar mi vista para cruzar la calle sin altercados y me pregunté, si de verdad ese ruido externo me estaba despertando en ese momento o era solo que debo siempre pensar en los problemas mientras existen para encontrar las soluciones antes de despertar.
Luchin
Foto: http://www.flickr.com/photos/notedelires
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