25/3/10

Hemos perdido la esencia!

Hemos escuchado esta frase más de mil veces, puedo asegurarlo, sin necesidad de argumentos, solo por experiencia propia y por nunca desmerecer las ideas de quienes las comparten, “El problema viene de raíz”. Si, entre comillas, sin citar autores, una frase expuesta por tanta gente que ya ni recuerdo los argumentos que dieron, en algunos casos mentiras tan grandes como el muro de Berlín, mentiras que con el tiempo se desvanecen ya que los hechos no la dejan progresar. Pero no quiero alejarme demasiado de nuestro problema de cepa.
Hemos perdido tanto tiempo en intentar averiguar de dónde venimos y que significa o cómo suceden las cosas que nos rodean que hemos olvidado el sentido y la esencia de las mismas, que en fin están relacionadas con nuestra esencia misma, con la razón del ser humano. Razón que se perdió vaya a saber cuándo, en qué época, en qué condición.
Esta razón era la de existir, la de forzarse solo a subsistir libre, y no lo hemos logrado. Ni el más viejo de nosotros, ni el primero de los primeros, porque aquel que por miedo, fantasía, necesidad, o ignorancia creo esa figura del ser superior se incrusto en un dogmatismo creado por sí mismo para perder su propia libertad, y así perder su esencia de Animal.
De a poco fuimos perdiendo sensaciones en los aspectos cotidianos de la vida. Comer ya no es una necesidad básica saciada al momento de tener hambre, sino una obligación más impuesta en la monotonía de nuestro día a día en sociedad.
¿Qué es realmente la Sociedad? Caben dudas sobre las definiciones que conozco hasta hoy, sociedades hay muchas y todas distintas, separadas por fronteras, banderas, armas y ejércitos que planean guerras, apoderadas todas por uno de los tantos dioses asignados, el dinero. Esta última falsa divinidad ha estado creando desigualdades entre los habitantes de la sociedad, cosa errónea. Habitantes somos, si, pero del planeta. Es todo nuestro, mío, tuyo, de los leones, los zorros, las ovejas, las aves y desde las hormigas a los elefantes, tanto de esa hoja que cae en otoño como de aquella planta que solo crece en el invierno.
Quién sabe como empezó todo.
Lo que se sabe, o se supone porque sentarse a meditarlo sería chocar contra una pared que nos obliga a permanecer sin esforzarnos por encarar la solución, es que el mundo ya se degeneró, ya no solo vuelan las aves, no solo existe la luz del sol, el humo no es solo del fuego, los animales no corren libres, no salimos a comer, salimos a comprar comida.
Entonces ¿Dónde quedó nuestra esencia de razón de ser libre, si en vez de comer trabajamos para ganar dinero y con ese dinero comprar comida, si para dormir tenemos que trabajar para ganar el dinero necesario para aunque sea alquilar un lugar donde poder reposar sin que alguien venga a corrernos con la justificación de que ese lugar no es nuestro? Pero, ¿cómo que no es nuestro?¿Quién me ha quitado el derecho a permanecer en cualquier lugar?
¿Quién se ha creído tan merecedor cómo para delimitar su territorio y poner alguien mas que el a cuidarlo?
¿Quién puede decirme lo que puedo y lo que no puedo? Por favor, no seamos hipócritas.


Luchin

2 comentarios:

  1. Ay, me dejó una sensación horrible, pero cuánta verdad.

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  2. leí tus comentarios y ví la entrada, y no quería desvirtuar con la respuesta, asique esperé el momento en el que tenga capacidad mental.

    veo así, como vos, muchas de esas cuestiones "impuestas" de cada día y de cualquier vida.

    creo que la libertad se convirtió en la utopía más perfecta. es tan hermosa como inalcanzable.

    sí, algo perdimos. y es terrible. pero más terrible es ingresar sin el más mínimo cuestionamiento al juego. y vos no lo estás haciendo. y está bien. ¿no?

    un beso!

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