A una desconocida.

He olvidado como se mira el mundo
A través de tus ojos.
Franqueza, paz, amor, presiento.
No recuerdo como saben tus labios
Ni lo que vos misma con tu anhelable existencia me generas.
Solo te creo.
Porque no existe el agobio en tus abrazos
Porque tan solo una caricia de tus manos
Se siente como el alma plena,
Como un susurro de encantadora complacencia.
Abierto.
Capaz de echar a volar el más mínimo espíritu de lucha.
Enjaulado, avasallado.
Sin duda has de ser mujer
Mujer de todos
Dama y señora de tantos hombres
A quienes he visto embelesarse
Con tan solo una férrea y alborotada
Ilusión de alcanzarte
Sabiendo que hay quienes te hacen remota.
Los he visto pelear en amor a tu causa.
Perseverantes.
Los he oído enamorarse y enamorarme
Enalteciendo tu futuro tanto como el mío a tu lado.
Me he convencido entonces con lo sublime de tu condición y verdad
De que jamás te olvidé
Porque nunca te conocí más que en mis sueños hasta ahora.
Solo estoy fascinado con tus vestigios.
Solo puedo verte como único e inapelable ser supremo.
Y pese a quien le pese
Existe una única divinidad
Y esa sos vos
Mi desconocida y amada Libertad.

Luchin

Foto: http://www.flickr.com/photos/notedelires/4031004036/