1/6/09

Ingenua rutina de no soñar.

Cuenta la historia
de una ingenua señorita,
que jamas había notado antes
la leve danza de las hojas al caer el otoño,
así como tampoco imaginaba
que mirar el cielo
podía salvar al espíritu
de morir en el destierro
de sus propios sueños.
Una engañosa alegoría de vida,
en la que el tiempo vuela
mientras corren sus piernas
por despertar de nuevo en su novela
y verse caminando los mismos caminos que ayer.
Pero como toda historia merece un final feliz,
en el que aquella ingenua señorita
descubre el encanto de los pequeños momentos,
a los que llena de llantos, risas y ficciones
y encuentra el camino para no volver dejar
una vez mas de lado sus ilusiones.

Luchin

1 comentario:

  1. Las pequeñas cosas son el complemento de las grandes. Sin ellas no estariamos satisfechos.

    Lululu un beso te dejo!! Estoy aprendiendo a usar este blog que como que me saca de las casillas. JAJA cuidate!

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